Seguramente esto ya te ha pasado:
Te levantas un miércoles a las 6 de la mañana. Es un día de esos en el que tienes mil cosas que hacer. Empiezas a pensar en todo mientras te cepillas los dientes y ya vas sintiendo la preocupación por los pendientes. El día está comenzando y ya estás sintiéndote incómodo.
Luego, vas por tu desayuno (estoy casi seguro de que revisas tus redes sociales en la mesa para ponerte al día) y al terminar, vas a tu trabajo o vas a hacer lo que tenías pactado contigo mismo o con otros. En este momento ya empiezas a olvidar todo lo que habías recordado acerca de las actividades a realizar que tenías.
Hasta que:
¡Mierda, ya no las recuerdas!
Ahí, el estrés aumenta y empiezas el juego de la inestabilidad donde tienes que equilibrarte sobre una cuerda en medio de una tormenta.
Todos alguna vez hemos empezado así un día. Tenemos tantos pendientes que nos olvidamos de ellos, dejamos de vuelta cosas sin hacer y nos volvemos víctimas de la culpa.
Hay que aceptarlo.
Lo bueno es que para cada problema, hay una solución SIEMPRE.
¿Cómo podrías evitar esto?
Todo lo que necesitas es un lápiz o bolígrafo y un cuaderno. 🖊📕
Sí, lo leíste bien: lápiz o bolígrafo y un cuaderno. Nada de Smartphones, tablets, ni laptops.
Lo que tienes que hacer cada mañana se llama vomitar tu cerebro. 🤮🧠
Vaciarlo.
Dejarlo sin pensamientos.
Para eso son las herramientas que te acabo de mencionar.
Durante tu desayuno o luego de cepillarte los dientes, es hora de que te sientes unos 10 minutos y escribas todo lo que tienes en la cabeza.
Escribe todo lo que se te venga.
Piensa en todo lo que querías hacer. Reflexiona sobre todo lo que debes hacer. Incluso si lo que tienes son pensamientos que no tienen nada que ver con tus actividades diarias, escribe todo. Esto te va a ayudar a clarificar la mente, te va a tranquilizar y te va a dar un nuevo camino para empezar el día.
Además, escribir a mano te ayuda a codificar la información de manera más profunda y natural. Lee un estudio al respecto aquí.
Al terminar esto, revisa todo lo que has escrito y marca las cosas que son prioridad para ti en ese día. Ahora que has separado lo que es prioridad para ti, establece bloques de tiempo para llevarlas a cabo y activa un recordatorio para esas tareas. El resto lo puedes delegar, eliminar o pasarlo para otro día.
Todo esto te va a tomar entre 10 a 15 minutos. Sin embargo, te va a ahorrar horas durante el día. Es una inversión con un alto retorno de tiempo y calma mental.
Si al leer este post te sientes abrumado, estresado, ansioso y presionado, detente y haz este ejercicio. Vomita todo lo que tienes en la cabeza. Vas a ver como tu enfoque de rayos láser se activa y el orden viene a tu mente.
Es hora de que empieces a ganar el día, de tener una rutina por las mañanas que va a aumentar tu productividad para que puedas convertirte en esa persona extraordinaria que quieres ser.
Esta herramienta me ha servido a mí en momentos donde sentía que me iba a volver loco. Mi cabeza estaba sobrecargada de información y no la vaciaba. Una vez que aprendí esto, todo cambió y ahora siento cómo me sobra el tiempo y el caos mental se ha ido.
Sin embargo, no es solo tiempo; es claridad, es paz, es tranquilidad, es enfoque y así podemos movernos mejor por la vida.
Te invito a hacer esto todos los días y cuéntame si te sirve o si has notado alguna mejora personal.
Un abrazo.
DM
Una forma simple de mejorar tu productividad
Genial.