Cinco hábitos estoicos que te ayudarán a controlar tus pasiones y emociones
Filosofía para la vida cotidiana.
Uno de los mayores problemas que puedes tener es verte desbordado por tus pasiones y tus emociones. Cuando estos sentimientos intensos de apoderan de ti son capaces de dominar tu voluntad y afectar a tu razón.
Cuando te dejas llevar por estos impulsos (ya sean de amor, odio, celos o ira) pierdes el control de todo lo que te rodea y de lo que está dentro tuyo. Imagínate cómo te sentirías al perder el control de tu automóvil por dejarte llevar por la rapidez y causar un accidente. Algo parecido ocurre cuando pierdes el control de tu cuerpo y de tus emociones. A mayor intensidad de emociones, más esfuerzo necesitas para controlarlas.
Me ha pasado muchísimo a mí también. Sin embargo, he encontrado en el estoicismo varios aprendizajes que me ayudaron a ser el dueño de mis acciones y no dejar que mis emociones marquen mis pasos.
Espero que esto te sirva como guía para adquirir la capacidad de detenerte ante un impulso o prevenir un episodio que puede resultar en una crisis.
Agarra un bolígrafo y un cuaderno para empezar a tomar notas acerca de estas prácticas que te ayudarán a enfocarte en lo que puedes controlar, tú mismo.
Empecemos.
1- Un marco de mente adecuado.
“Nunca dejaríamos que otra persona nos molestara de la forma en que nuestras emociones lo hacen”.
- Ryan Holiday.
Probablemente no te gusta cuando otra persona te dice cómo tienes que pensar, qué tienes que comer o hasta cómo vivir. Creemos que somos, de cierta manera, personas maduras, independientes y autosuficientes. Sin embargo, la realidad es que a pesar de que no toleramos que otras personas nos quieran controlar, dejamos que nuestras emociones e impulsos lo hagan. Si algo no nos gusta, nos enojamos. Si algo malo pasa, nos deprimimos. Y puedo seguir dando ejemplos.
Debemos ser nosotros los que tenemos el control, no nuestras pasiones y emociones. Ese es el marco de mente que debemos poseer.
2- La fuente de tu ansiedad.
“Cuando veo a una persona ansiosa, me pregunto: ‘¿Qué quieren?’. Porque si una persona no quisiera algo fuera de su propio control, ¿por qué se sentiría afectada por la ansiedad?”.
- Epicteto.
Según el filósofo Epicteto, la ansiedad es producida por desear algo que no depende de nosotros, algo que no está bajo nuestro control. Cada vez que te sientas ansioso reflexiona si es que estás buscando algo que no puedes controlar. ¿Esa ansiedad ayuda? Creo que no.
3- Protege tu paz de la mente.
El estoicismo nos ayuda a manejar y pensar a través de nuestras reacciones emocionales y hace que las situaciones estresantes de la vida sean más fáciles de soportar. Bueno, esto quiere decir que también nos ayuda a proteger nuestra tranquilidad, nuestra firmeza y nuestra confianza.
Ante una situación estresante o que demanda mucha energía, pregúntate: “¿Es esta la vida que quiero?”. Antes de poner tu paz en juego, averigua si vale la pena hacerlo. La realidad es que para la mayoría de las cosas, no vale la pena exponer nuestra paz.
4- Prepárate para la tormenta.
Acá nos referimos a una metáfora dicha por Epicteto: “Los impulsos, las preocupaciones y los problemas son como los vientos de una tormenta que nos pueden derrumbar”. Si no tenemos un plan, si nunca nos preparamos para una tormenta, sucumbiremos.
Prepararse para la tormenta significa que aprendas y conozcas las estrategias que te van a ayudar a prevenir o a calmarte en tiempos de crisis. Hoy en día, tenemos la ventaja de poder prepararnos mejor que antes. No dejes estas cosas al azar.
5- Cultiva la indiferencia donde otros se dejan llevar por la pasión
Empieza a analizar cuáles son las preocupaciones de los demás. Presta atención a cómo reaccionan ante hechos negativos. Por otro lado, visualízate a ti mismo tranquilo, lúcido y objetivo donde otros están molestos, envidiosos, emocionados y posesivos. ¿Notas la diferencia?
La clave de la tranquilidad es vivir con indiferencia. Una indiferencia que no significa evitar o aislarse emocionalmente, sino que consiste en no dar ningún resultado, más poder o preferencia, de lo que es apropiado, a cada circunstancia.
Ryan Holiday comenta que Séneca era un hombre muy rico, pero como dicen los estoicos, también era indiferente a eso. Disfrutó de su riqueza, pero también aceptaba que, algún día, eso podría desaparecer. Y no se preocupaba por ello.
Si tienes el poder de que las cosas no te preocupen mucho cambiarás tu vida y tus relaciones.
Espero que estos hábitos y estrategias te ayuden en tu camino de crecimiento diario.
Un abrazo.
DM